Tu Dieta puede cambiar y mejorar la relación que tienes con la comida
Practica la alimentación consciente: la alimentación consciente implica prestar atención a las señales de hambre y saciedad de su cuerpo, además de estar completamente presente y comprometido con la experiencia de comer. Evita distracciones como pantallas mientras comes y tómate el tiempo para saborear los sabores y texturas de tu comida. Esto puede ayudarte a desarrollar una mejor comprensión de las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo, y evitar comer en exceso.
Cultiva una mentalidad positiva: evita hablar contigo mismo de forma negativa y sentirte culpable por tu peso o tus hábitos alimenticios. En su lugar, concéntrate en la autocompasión y las afirmaciones positivas. Recuerda que tu valor no está determinado únicamente por tu peso o apariencia, y que todos tenemos formas y tamaños corporales únicos. Desarrolla una mentalidad positiva hacia la comida como alimento para tu cuerpo, y no como algo a lo que temer o restringir.
Busca apoyo: rodéate de una red de apoyo de amigos, familiares o un profesional de la salud calificado que pueda brindarte aliento y orientación en tu viaje hacia una relación más saludable con los alimentos. Considera buscar la ayuda de un dietista especializada en trastornos alimentarios o control de peso.

Evita las dietas restrictivas: las dietas restrictivas que limitan severamente ciertos alimentos o grupos de alimentos pueden provocar sentimientos de privación y pueden desencadenar atracones o comer emocionalmente. En su lugar, concéntrate en una dieta adaptada a tus necesidades y variada que incluya todos los grupos de alimentos saludables. Escucha las señales de hambre y saciedad de tu cuerpo y aprende a comer con intuición responsable.
Encuentra mecanismos de afrontamiento alternativos: comer emocionalmente, o comer en respuesta al estrés, el aburrimiento u otras emociones, puede ser un problema común para muchas personas. En lugar de recurrir a la comida como un mecanismo de afrontamiento, intenta encontrar formas alternativas de controlar tus emociones, como practicar la atención plena, realizar actividad física, hablar con un amigo de confianza o participar en un pasatiempo o actividad que disfrutes.
Desarrolla hábitos alimenticios saludables: incorpora hábitos alimenticios saludables en tu rutina diaria, como comer comidas y refrigerios apetitosos, elegir alimentos enteros y ricos en nutrientes y evitar el exceso de azúcares agregados y alimentos procesados. Evita comer por aburrimiento, estrés o desencadenantes emocionales y, en su lugar, concéntrate en nutrir tu cuerpo con alimentos que lo hagan sentir bien.
Practica el autocuidado: Cuidar tu bienestar físico, mental y emocional es fundamental para mejorar tu relación con la comida. Duerme lo suficiente, controla el estrés a través de técnicas de relajación o terapia, practica la autocompasión, deja de culparte y participa en una actividad física regular que te divierta.
Recuerda, mejorar tu relación con la comida requiere tiempo y esfuerzo, y es importante ser paciente contigo mism@. También está bien buscar ayuda profesional si tienes dificultades. Trabajar con una Dietista Integrativa como yo a través de mi método <AliMovMent> Alimentación, Movimiento y Mente, puede proporcionar una guía y un apoyo valiosos para desarrollar una relación más saludable con los alimentos.




