Esta interconexión entre los aspectos emocionales, mentales y físicos de nuestra experiencia humana resuena de manera significativa desde mi ámbito profesional como Dietista y Formadora.
Berger nos invita a reflexionar sobre la intrincada relación entre nuestras emociones, nuestra mente y nuestros cuerpos, una conexión que puede ser extrapolada a la manera en que nos relacionamos con la comida y el movimiento.
Michael Pollan, escritor y periodista estadounidense conocido por sus obras sobre la Alimentación, nos ofrece otra frase relacionada con la conexión entre Emociones, Alimentación y Salud: "Comer es un acto agrícola y nuestra conexión con la comida es, en última instancia, una conexión con la naturaleza y con nosotros mismos."
Pollan resalta la importancia de entender la alimentación como un acto más amplio y significativo, conectándonos tanto con el entorno natural como con nuestra propia esencia.
Etimológicamente emoción se percibe como un movimiento, un impulso que induce a la acción. En la esfera de implementación de mi Método DietMovMent, extiende esta idea a cómo nuestras emociones influyen en nuestra relación con la comida y el movimiento, desencadenando un proceso intrincado que impacta directamente en nuestra salud. Al igual que el corazón y la mente están interconectados en la experiencia emocional, la elección de alimentos y el compromiso con la actividad física también están vinculados a nuestras emociones.
Comprender y abordar las emociones en el contexto de la alimentación y el ejercicio es esencial para fomentar un enfoque holístico hacia la salud. Las elecciones alimenticias a menudo están relacionadas con el bienestar emocional, ya sea en busca de consuelo, celebración o control. Del mismo modo, el movimiento y la actividad física pueden actuar como liberadores de tensiones emocionales o como expresiones de alegría y vitalidad.
Como Dietista y Formadora, es crucial transmitir la idea de que la Salud no es solo un resultado de las calorías consumidas o quemadas, sino también un reflejo de nuestra conexión emocional con la comida y la actividad física. Al abordar conscientemente nuestras emociones en relación con la alimentación y el movimiento, podemos trabajar hacia un equilibrio que favorezca no solo la salud física, sino también el bienestar emocional y mental. Esta comprensión integral nos permite guiar a las personas hacia un estilo de vida más saludable y sostenible, reconociendo la importancia de nutrir tanto el cuerpo como la mente.
La experiencia emocional ante la belleza nos transporta a una emoción estética, que es un cierto tipo de Amor. Como contemplar un amanecer o a un animal alimentando a su cría.
Amar la comida, amar nuestro cuerpo a través de nuestra mirada y atención sensible, el mejor regalo en el Día de los Reyes Magos.